La finalización de un programa de 200 horas te acredita como instructor/a, profesor/a de Yoga de 200 horas, el certificado básico reconocido por Yoga Alliance (EE.UU.), la Federación Internacional de Yoga y la mayoría de las alianzas locales. El profesorado de Yoga de 200 horas es la certificación más común y básica que ofrecen las escuelas de Yoga. Cubre conocimientos básicos en Anatomía y Fisiología así como un acercamiento a la Historia y Filosofía del Yoga. Todo ello estructurado en diferentes áreas: Âsana, Prânâyâma, Historia y Filosofía, Psicología, Pedagogía, Anatomía y Fisiología y Meditación. Es el título básico para iniciarse en la docencia del Yoga.
Sí, generalmente una certificación de 200 horas es el estándar aceptado mundialmente para enseñar Yoga.
No es obligatorio registrarte como RYT-200 con Yoga Alliance (o cualquier otra federación de Yoga) para poder enseñar. Puedes hacerlo solo con la certificación de 200 horas. Sin embargo, en algunos países, estar registrado como RYT-200 aumenta tu credibilidad y oportunidades a la hora de encontrar salida profesional, además de los diferentes beneficios de estar registrado/a en una institución de reconocido prestigio, la más grande sin fines de lucro que representa a la comunidad de Yoga, y además, la organización que mejor fomenta y apoya la alta calidad, la seguridad, la accesibilidad y la equidad en la enseñanza del Yoga a nivel mundial, ya que promulga su enseñanza a través de estándares cuantitativos y cualitativos, y con un código de conducta ético que fomenta la equidad en el Yoga.
En absoluto, algunos cursos de 200 horas no cubren ni una fracción de lo que cubren otros cursos. Al elegir un curso, es importante revisar el plan de estudios y averiguar si la formación se adapta a tus necesidades y expectativas, así como a la legislación vigente en materia docente.
Un instructor/a de Yoga de 200 horas debe completar un programa de estudio de 200 horas y debería estar acompañado y asesorado por profesores titulados durante su formación. Estas 200 horas pueden extenderse en un mes intensivo o en una duración mayor entre uno o dos años. Aunque el plan de estudio puede variar entre diferentes escuelas, una buena formación de Yoga de 200 horas debería proporcionarte las habilidades y los conocimientos para diseñar y dar una clase con confianza, seguridad, rigor y profesionalidad, cubriendo las bases de las diferentes áreas tratadas en cada programa como son: Âsana, Prânâyâma, Historia y Filosofía, Psicología, Pedagogía, Anatomía y Fisiología, Meditación y Ética.