NUTRICIÓN, PEDAGOGÍA Y METODOLOGÍA DE LA ENSEÑANZA.
Pedro comenzó en el camino del Yoga de forma consciente, o al menos eso cree recordar, a la edad de catorce años, de forma autodidacta. Buscaba esa parte interna que las artes marciales las cuales venía practicando desde los tres años de edad, le proponían pero a su vez no le mostraban. Lo que si recuerda con certeza es que pronto sintió la necesidad de incorporar esas enseñanzas a su vida.
Pedro concibe el Yoga como una forma de vida, un camino vital, que alejado de florituras y esoterismos, consiste en intentar vivir libre de conflictos personales, simplemente vivir de forma coherente, pensando, sintiendo, expresando y actuando del mismo modo.
Doctor en Ciencias de la Salud por la Universidad de Alcalá de Henares y Enfermero Especialista de profesión, esto hace que su enfoque en la docencia del Yoga sea a menudo desde una perspectiva de equilibrio en el complejo salud enfermedad, tratando mediante la práctica de un Yoga Integral de añadir vida a los años y no sólo años a la vida. Intentando transmitir una visión restauradora, integradora y preventiva en su práctica.
Vive con un sentimiento de inmensa gratitud hacia todos aquellos alumn@s, profeso@s y maestr@s que se he encontrado en su camino, por todo lo que le han aportado.
Es profesor de Yoga y Formador de Profesores registrado por la Yoga Alliance E-RYT 500H y Delegado y Representante en España de la European Yoga Federation. Comenzó a impartir clases en el año 2010 tratando en todo momento de compartir su propia experiencia, siempre haciendo hincapié en que el verdadero maestro o Gurú es el que está en el interior de cada uno. Defiende la máxima Zen que afirma “que cuando el alumn@ está preparado, el maestro aparece” siendo el maestro uno mismo.
Durante su formación reglada ha realizado numerosos cursos de formación y congresos internacionales en diferentes escuelas de Yoga, con diferentes linajes y distintos estilos, tanto en España como en India, tratando siempre de aunar y sacar el máximo provecho de cada una de ellas, integrando los conocimientos de esta ciencia milenaria, para así, poder compartirlos con los demás. Él se refiere a sí mismo como “el eterno alumno”
Siente que cada ser humano está inmerso en su propio camino y es importante tener la posibilidad de dotarse de las herramientas que el Yoga nos proporciona para tomar consciencia de cada ciclo vital, respetando la naturaleza, el medio ambiente, y el propio cuerpo, porque de esa forma el ser humano es capaz de encontrar la felicidad y a ese camino le gusta denominarlo Yoga.
Para Sonia, el Yoga apareció en su vida en un momento que no pudo ser más idóneo. No obstante, su percepción era y es, que una vida yóguica no es completa si solo nos limitamos a la práctica física. Quiso ir más allá y profundizar tanto en la cultura, como en las antiguas enseñanzas, filosofía y tradición del Yoga. Por ello, completó su formación como profesora en su camino por encontrar la vía de satisfacer esas inquietudes que surgen, una necesidad de respuestas, esas ganas de conocer y de ahondar en conocimientos antiguos, de encontrar la calma y la serenidad con todas las herramientas que un abordaje más intensivo del Yoga puede proporcionar.
En la actualidad, se desarrolla en su faceta como nutricionista. Su máxima es que “no deberíamos enfermar por el hecho de cubrir una necesidad básica como la alimentación”. Su formación en este campo se desarrolla con el Grado en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad de Alcalá de Henares. Aunando conocimientos con la kinesiología, trata de transmitir al alumnado su pasión tanto por el Yoga como por la Nutrición. Para ella es importante que la persona haga suyas máximas con más de 2000 años de antigüedad y que hoy en día cobran más sentido que nunca. Una de ellas, la de Hipócrates que expresó “Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento” y la otra extraída del Ayurveda tradicional “Cuando la alimentación no es buena la medicina no funciona; cuando la alimentación es buena la medicina no es necesaria”.
Azucena comenzó su investigación en Yoga a la corta edad de 12 años. En un momento de su vida de preguntas sin respuesta y de un anhelo constante de conocerse a sí misma comenzó de forma autodidacta con un libro.
Constante y estudiosa, cada día llevaba a cabo su práctica a la misma hora, con la misma música y en una manta doblada en el suelo.
Cada día practicaba algunas âsanas sin prisa en la que su fuerza de voluntad y un llamado más fuerte que ella misma la llevaron a profundizar en las técnicas.
En estos momentos descubrió que el Yoga le hacia sentir plenitud y libertad y que podía sentirlo con sólo quedarse quieta, cerrar los ojos y respirar profundo.
Su vocación por unir Yoga y Terapia la llevó a trabajar dando clases a personas con movilidad reducida, fibromialgia, adicciones, diversidad funcional y en los últimos meses ejerce como profesora de yoga oncológico en la Asociación Esperanza de la Axarquía Malagueña.
Inquieta y deseosa de aprender, no deja de ser alumna. Sabe que el Yoga es y será con excelencia, una hermosa constante en su vida.