El Blog de Sankalpa Yoga. Verdades Absolutas

Hace unos meses leí una reflexión en un diario informativo. Esta reflexión circula por las redes sociales y versa acerca de la diferencia entre lo útil y lo valioso, y quisiera compartirla con vosotros en este blog. Me gustaría partir de la base que no todas las reflexiones sobre pensamiento positivo, autoayuda, coaching y espiritualidad, entre otras muchas disciplinas, necesariamente encierran “verdades salomónicas” (o como dice un buen amigo y seguidor de este blog: “Esas frases del Cholo que tanto venden”).

Aunque en un primer momento cuando leemos este tipo de reflexiones, podríamos estar todos de acuerdo con ellas, lo importante es volver sobre ellas en diferentes momentos de nuestra vida y analizarlas con detenimiento desde nuestra experiencia de vida personal, ya que, como decía al inicio, no por estar construidas de un determinado modo y dirigidas a un determinado público con un objetivo concreto, han de ser verdades absolutas. En el caso de la reflexión que hoy os presento, ésta puede ser práctica para discernir lo que es valioso y lo que es útil en nuestras vidas, pero puede a su vez, generar diferentes opiniones que pueden ser importantes para ampliar nuestro sentir y nuestra forma de pensar y actuar. Se titulaba lo útil y lo valioso:

“Quizás una de las cosas que más necesitamos es aprender a distinguir lo útil de lo valioso. Un sacacorchos es útil. Un abrazo es valioso. Una puerta es útil. Ver un atardecer es valioso. Un mechero es útil. Una amistad es algo valioso.

Casi siempre, lo útil es más caro que lo valioso. De hecho, lo valioso rara vez cuesta dinero. Y esto ocurre porque el dinero es útil, pero no es valioso. Lo valioso genera mucha más felicidad a largo plazo que lo útil. Y, sin embargo, a menudo, valoramos más lo útil que lo valioso.

Los mejores momentos de la vida no cuestan dinero. Ver nacer a un hijo, el primer beso, sentir que vuelas de la mano de alguien… Los momentos que se nos pasan por la cabeza justo antes de abandonar este mundo no costaron dinero. Esos momentos son lo más valioso que tenemos.

Cuando te asalte una preocupación, párate a pensar si lo que buscas es útil o valioso. Aprende a distinguir, y te darás cuenta de que vivir bien no es tan caro como te habían contado.”

En mi opinión debería abundar en nuestras vidas el realizar cosas valiosas, ya que, por lo general, no tienen un coste económico, o al menos este no es muy elevado. Son cosas que se quedan en nuestra retina y corazón, y son cuestión de actitud y voluntad. Pero no deberíamos perder mucho el tiempo en darle vueltas a esto, ni justificar lo que para nosotros es útil o valioso porque no tenemos nada que justificar a nadie. Pienso que debemos perseguir nuestros objetivos sin necesidad de andar dando explicaciones y siempre que sea posible sin provocar daños a terceros, y valorar personalmente lo que para nosotros es útil o valioso.

Para realizar esta aseveración me baso en la teoría subjetivista. Esta teoría se basa en la idea de que los valores son porque existe un sujeto que determina que un objeto, una acción o a una persona es valiosa. Al contrario de los objetivistas, el subjetivista niega que haya algo así como lo bueno, lo bello o lo útil con independencia de un sujeto. Para los subjetivistas, el hecho de que algo sea valioso está determinado por la persona que así lo considera. Los valores no existen en sí y para sí; antes bien, son creaciones humanas, subjetivas, que pueden variar en cada persona.

La valoración puede variar incluso en la misma persona. Dependiendo de las circunstancias, en un momento determinado se puede valorar algo positivamente y en otro momento, de forma negativa.

Cuando decimos que algo posee un valor, estamos expresando emociones o pensamientos que ese algo nos provoca. Emitir un juicio de valor, desde la teoría subjetivista, no implica que esa afirmación se tenga que mantener intacta si nuestros sentimientos o pensamientos fueran diferentes. Si éstos cambian, muy probablemente la valoración también cambiará.

El valor es una idea subjetiva porque para “existir” depende de un sujeto individual que valora. Lo valioso es aquello que deseamos, queremos, necesitamos, que nos agrada o que preferimos de acuerdo con nuestras vivencias personales. No existen valores independientes del sujeto, no es posible que exista lo bello, lo útil o lo bueno sin alguien que lo perciba o experimente de esa manera. Los valores existen únicamente porque existen seres humanos que valoran su entorno.

Con todo esto no quiero decir que no sea valioso aquello en lo que podríamos pensar en el final de nuestros días (que son momentos, sentimientos, paisajes o situaciones vividas junto a seres queridos), sino que lo que considero verdaderamente importante es el hecho de poder disfrutar de lo que se tiene y de lo que más feliz te haga en cada momento, independientemente del valor o utilidad que para cada uno de nosotros tenga. Y lo que es más importante aún, disfrutarlo plenamente sin enredar nuestra mente en lo que está por venir o lo que ya pasó.

Me despido  hasta el siguiente post, y hoy sí que sí, recordándote que nadie, absolutamente nadie, es dueño de la verdad absoluta. Lo verdaderamente importante es experimentar.

 

Hari Om